Cómo si fuera la última vez

Mario, este relato te lo dedico a ti, eres lo más importante en mi vida y quisiera que algún día leas estas líneas, sepas como sucedió y guardes el recuerdo en estas líneas que te dedico con el corazón en la mano.

Querido Mario.

Naciste de una relación, llena de amor y juventud.

Su mamá con tan sólo 20 años, cuando  dio a luz despertó de un sueño, en el que hasta entonces  lo que más se parecía un bebé era su pelona llamada Vanesa, como la hija de Manolo Escobar, idea de mi madre, ya que en esa época estaba muy de moda ese nombre por la adopción de esa niña.

Mario se crió como un muñeco , para su mamá y su papá , que contaba con la edad de 24 años , era nuestro payaso , lo vestíamos con gorros , hacíamos fotos con él con mis peluches que tanta gracia me hacían , le hacíamos carantoñas , le cantábamos , hasta al parecer le hacía gracia , por entonces había sacado Alejandro Sanz un LP , en el cual cantaba una canción "Corazón partio" , la cual yo le cantaba al niño :

¿Quien me va a entregar sus emociones?
¿Quien me va a pedir que nunca la abandone?
¿Quien me tapara esta noche si hace frío?             
¿Quien me va curar el corazón partío?                                            
¿Quien llenara de primaveras este enero,
y bajara la luna para que juguemos?
dime, si tu te vas, dime, cariño mío,
¿quien me va a curar el corazón partío?

 

Cada vez que salía el anuncio en la tele, sonreías, me mirabas, esperando que mami te cantara la canción, para regozar, ¡pero que divertido que eras!

 

Mario , también fue criado por sus abuelos , el “Iaio Grúa” como él llamaba , lo llevaba al parque a jugar con sus “potas” ( pelotas en el lenguaje de Mario) , jugaban al fútbol , a las carreras de coches , a los garajes de coches , al parchís, a las canicas , a los tazos, lo más importante , es que su Iaio, fue la persona que más le inculcó al niño a ser feliz , para su Iaio, era muy importante transmitirle a su nieto ese valor , a divertirse , estudiar ,educado y  convertirlo en un hombre .

El Iaio, te dejó muy gratos recuerdos, difíciles de olvidar y que espero que nunca los olvides.

El Iaio, no pudo ver su sueño terminado, murió hace dos años, cuando Mario, contaba con tan sólo 11 años. Cuando murió, creo que se fue de la vida (y es duro decir  una madre) la persona que más quería a Mario, el niño era alegre, divertido, cariñoso, mimoso, todo tal cual su Iaio había enseñado a ser.

Cuando llega la hora de salir, el niño se va deprisa para que no le diga a qué hora, se debe recoger, cada vez que escucho la puerta me digo “ Mario, hijo, disfruta la vida como si fuera la última vez “ .